LOS NIÑOS TALIBÉS

Tradicionalmente, los niños talibés eran enviados a las daaras por sus familias debido al gran arraigo cultural de la enseñanza del Corán en este tipo de escuelas. Originalmente consistía en un intercambio de niños entre aldeas cercanas para asistir a estas daaras, y suponía así, una forma de unión entre etnias y pueblos a través de la enseñanza y el aprendizaje del libro sagrado de la religión islámica. Se le encomendaba dicha tarea al maestro coránico y al vecindario, quienes se responsabilizaban del cuidado y otras enseñanzas como la ganadería y la agricultura, considerándose como un proceso de sociabilización. 

El aprendizaje en las escuelas coránicas servía para mantener la integralidad de la cultura y de la comunidad islámica. El maestro debía enseñar a sus alumnos el Corán y las prácticas del islam, así como inculcarles valores como la obediencia, el respeto, la sumisión, la humildad y la ayuda mutua, fuese cual fuese el estatus social o la etnia de origen, cualidades muy valorizadas en la cultura y tradición senegalesa. 

Con el paso del tiempo, las aldeas se fueron despoblando, siguiendo la diáspora hacia las grandes ciudades, en búsqueda de nuevas oportunidades de empleo. Este abandono del trabajo y la vida en el campo, afectó directamente a las daaras, provocando un flujo masivo de llegada de niños talibés a las daaras de las grandes ciudades.

Con el aumento del número de niños, el incremento de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de los mismos en el entorno urbano, y los pocos recursos económicos disponibles, la situación de vida y de salud que padecen los niños es muy deficiente.

En la actualidad, miles de niños de distintas regiones de Senegal y países vecinos como Gambia y Guinea Bissau son enviados por sus familias con regularidad a las daaras de las urbes de Senegal. Se estima que aproximadamente 50.000 niños viven en estas escuelas coránicas repartidas por todo el país. Aproximadamente el 30% de estos niños están en Saint Louis, ciudad situada al norte de Senegal cerca de la frontera con Mauritania. 

Los talibés se han ido encontrando cada vez con mayor frecuencia en las calles mendigando por un poco dinero y comida, siendo de esta manera excluidos del sistema escolar y teniendo que construirse solos, lejos de sus familias. Sin educación y sin seguimiento familiar, se encuentran en una situación de una gran vulnerabilidad.

Hablamos de niños varones ya que las niñas que acuden a la escuela coránica lo hacen únicamente durante el día, los fines de semana o durante las vacaciones escolares. Es decir, no viven en las daaras y se quedan en sus hogares familiares. Los niños llegan a las daaras desde una edad muy temprana y pueden llegar a pasar toda su infancia o incluso su juventud en ellas.